jueves, 9 de febrero de 2012

Altavoces y Audifonos

Altavoces

Un altavoz magnético funciona al hacer reaccionar el campo magnético variable creado por una bobina con el campo magnético fijo de un imán. Esto hace que se produzcan fuerzas, que son capaces de mover una estructura móvil que es la que transmite el sonido al aire. Esta estructura móvil se llama diafragma, puede tener forma de cúpula o de cono.
A su vez, esta estructura móvil está sujeta por dos puntos mediante unas piezas flexibles y elásticas que tienen como misión centrar al altavoz en su posición de reposo.

Altavoz de cono: Este es el esquema de un altavoz convencional.
La araña (una pieza de tela con arrugas concéntricas de color amarillo o naranja) se encarga de mantener centrado el cono, junto a la suspensión.
El imán, junto a las piezas polares crean un circuito magnético. En el entrehierro es donde el campo de la bobina reaciona contra el campo fijo del imán.


Altavoz de cúpula: Conviene decir que no sólo un tweeter puede ser un altavoz de cúpula.
El altavoz de cúpula funciona básicamente igual que el de cono, pero en éste la superficie radiante no es un cono, es una cúpula.
La cúpula tiene la caracteristica de que la resonancia en esa estructura es absorvida de manera muy eficiente y prácticamente no causa efectos audibles, pero tiene como desventaja que la aceleración no es igual en todos los puntos de la cúpula, siendo el centro el más perjudicado.
Como consecuencia, se produce una pérdida de eficiencia respecto a su equivalente en forma de cono, pero con un sonido mejor al evitar la resonancia.


          



Audifonos



Al margen de las clasificaciones que puedan hacerse sobre los diferentes tipos de audífonos, la operación que éstos realizan para amplificar el sonido puede resumirse de la siguiente manera:
Primero captan la señal sonora, sea la voz humana, música, etc. Esa señal sonora (acústica) debe ser convertida en señal eléctrica para ser procesada, amplificada y finalmente reconvertida en señal acústica para llevarla al oído. La señal acústica recibida es amplificada luego de ser transformada en señal eléctrica. Y una vez que esta ampliación se produce, es reconvertida en señal acústica a fin de poder ser captada por el oído.
Para realizar este proceso, intervienen muchísimos elementos técnicos. En la transformación del sonido en señal eléctrica, en su ampliación y en su vuelta al estado de señal sonora se destacan los siguientes:


Transductores de entrada: Técnicamente se denomina transductor de entrada al elemento receptor que cumple la función de convertir la señal acústica en eléctrica. Toma el sonido que capta y lo transforma en una señal eléctrica. Existen dos tipos: micrófono y bobina de inducción.

Transductores de salida:  Es el elemento técnico que cumple la función inversa al transductor de entrada, transformando la señal eléctrica en señal sonora para poder transmitirla al oído humano. Existen dos tipos de transductores de salida: auricular y pastilla ósea.

Amplificadores: El amplificador es el elemento encargado de procesar las señales. Es el que recibe una señal eléctrica del auricular y entrega al micrófono otra similar pero ampliada. Dicha señal ya ampliada será reconvertida en sonido por el micrófono. Para poder hacerlo, el amplificador toma energía eléctrica de una fuente externa: una pila. Esta señal ampliada puede incluso sufrir modificaciones en su volumen manualmente.


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